La idea surgió por un comentario del hermano de Wendolyne Ramírez Olvera, una de las ingenieras responsables del proyecto. "Recuerdo que mi hermano estaba muy molesto porque durante la proyección de una película la persona de enfrente habló todo el tiempo por teléfono, y me comentó que debía existir un aparato capaz de bloquear las señales".
Ramírez Olvera, quien se encontraba cursando el octavo semestre de la carrera de ingeniería en telemática, en la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas del Instituto Politécnico Nacional (UPIITA-IPN), comenzó una búsqueda y descubrió que ya existía un aparato similar en Israel, país donde es utilizado para proteger información bélica. De ese modo, creció su entusiasmo e invitó a su compañera de estudios Liliana Gómez López, a fin de iniciar el diseño de un prototipo con tecnología mexicana.
Después de un año de investigación y asesoradas por los doctores Walter Fonseca y Roberto Linares, de la Escuela Superior de Ingeniería y Mecánica (ESIME) del IPN, las entonces alumnas construyeron un dispositivo del tamaño de dos cajetillas de cigarros, que en menos de un minuto deja sin servicio a los teléfonos celulares ubicados dentro de un área que va de los 20 hasta los 100 metros cuadrados. El equipo tiene la ventaja de ajustarse a los requerimientos del cliente y emite una señal cuyo alcance es de mil 900 mega hertz. Asimismo, usa ocho baterías o bien puede conectarse a la energía eléctrica para estar en funcionamiento las 24 horas del día.
De otra parte, desarrollaron un mecanismo portátil para uso ejecutivo, el cual bloquea las llamadas en un área de no mayor a 35 metros cuadrados y es ideal para usarse durante las juntas de trabajo. Este sistema pesa 200 gramos y emplea una batería de nueve voltios, lo que le permite estar encendido hasta por seis horas.
Dado que las ingenieras estudiaron las radiofrecuencias de todas las compañías celulares que operan en México, ambos dispositivos interfieren exclusivamente las señales enviadas a los teléfonos móviles, lo cual significa que no bloquean ni entorpecen la comunicación de los usuarios que requieren de otros sistemas como radios o beepers para realizar su trabajo.
El aparato se coloca en el techo del sitio seleccionado y se enciende al momento que se desee bloquear la señal. Además de beneficiar a quienes gustan de los espectáculos, este dispositivo busca mejorar la seguridad en los bancos y evitar que se fugue información confidencial en empresas y partidos políticos. "Al inicio, el proyecto fue pensando como algo lúdico, pero creemos que esta tecnología mexicana puede ir más allá", menciona Ramírez Olvera.
Por ahora, las noveles ingenieras están en trámite de patente y han conformado la microempresa Perfect Silence (www.perfectsilence.com.mx), a fin de comercializar su sistema. Actualmente, sus clientes pertenecen a la rama de seguridad de valores y están por firmar un contrato con una compañía cinematográfica. El precio de los dispositivos oscila entre los cuatro y los 50 mil pesos, mientras que el sistema israelí más económico cuesta cinco mil dólares.
"Estamos muy orgullosas de que nuestro sistema comience a tener demanda, y que las mujeres abramos campo en la ingeniería a pesar de los tabúes que aún existen por el género. Ya hemos demostrado de lo que somos capaces y una vez que ganemos la confianza de los empresarios mexicanos, buscaremos conquistar al mercado latinoamericano", concluye.
Fuente: invdes Noviembre 2004
Ultima actualización:
23 de Mayo de 2013